



Porque...sí, Neil, allí estabas tú, aprovechándote de toda la tecnología punta, atravesando el espacio sideral en un aparato de última generación, ideado y montado por gente portentosa, vigilado a cada segundo por cientos de cámaras, toda esa sabiduría y modernidad puesta a tu servicio, y...sí, tú y tus compañeros luchando contra la ley de la gravedad y comiendo alimentos que científicos habían reducido a la mínima expresión...Pero Neil, aunque imagino que ser astronauta debe ser muy duro, certificar lo que se veía desde allí, con esas ayudas...¡¡así cualquiera!!
Al menos no tuvo que confirmar que era redonda. Lo que hubieran dado Giordano Bruno, Galileo y otros muchos antes que estudiaron...luchando contra los elementos (de todo tipo). En lo que he podido viajar por lugares antiguos, siempre me ha pasmado lo que el ser humano ha llegado a descubrir, a crear, a construir con medios precarios, sin luz, sin ley de prevención de riesgos, sin...sin...sin....En esos momentos conviven en mí, a la par, sentimientos de admiración absoluta, de disfrute, con una especie de...nudo en la garganta...Y, tanto mirando lo que esté bajo mis pies, como perdiendo mi vista en cúpulas infinitas, te diré, estimado Neil...lo que he visto yo, descalza y sin escafandra...si eso no es el cielo...se le parece mucho